Indignación y vergüenza ante la impunidad de los asesinos de ciclistas
Fuente de la noticia : getafe en bici
Ya han detenido al asesino de Oscar Bautista García. Se trata de un camionero que fue detenido cuando trataba de sustituir el parachoques con el que asesinó a nuestro compañero. No solo se dió a la fuga criminalmente si no que además intentó ocultar las pruebas. A cualquiera de nosotras le puede parecer que "se le va a caer el pelo". Nada mas lejos de la realidad.
Barroso en el pais destaca "Este caso se produce dos meses después de que el ciclista Óscar Fernández Pérez, también de 37 años, fuera atropellado el pasado 7 de agosto en Tetuán y el conductor también se diera a la fuga. La Policía Municipal detuvo horas después del accidente al supuesto autor, Mauricio Eduardo A. G., de 26 años, que tenía retirado el carné de conducir hasta febrero de 2017. En este caso, le acusaron de homicidio imprudente y de un delito de omisión del deber de socorro."
El asesino de Oscar Fernandez Perez, que también había intentado ocultar las pruebas e incluso su padre intentó inculparse, quedó en libertad pendiente de juicio antes de que la familia de Oscar pudiera enterrarlo.
Pero luego habrá un juicio y quizás alli... Tampoco. El pasado lunes tambien nos indignabamos con la noticia de la condena del asesino de "Rebeca Borrás por homicidio imprudente y delito contra la seguridad vial, circulaba ebrio a más de 94 kilómetros por hora en el casco urbano de Valencia a 3 años. Ocurrió este 13 de enero en un paso del carril bici en Valencia. Arrolló a Rebeca y a su hermano y tambien se dió a la fuga. "Multiplicaba por cuatro la tasa de alcoholemia y casi duplicaba la velocidad máxima permitida en ese tramo, según datos del Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Además de la pena de prisión, el conductor deberá pagar un total de 136.753 euros de indemnización a la familia y queda privado del derecho a conducir durante seis años." Obviamente si no tiene antecedentes saldrá en breve y dificilmente le aplicarán la prisión preventiva al próximo asesino de la carretera si la condena va a ser de... 3 años. Se puede decir que es un delito menor.
Siempre puede ser peor, en el caso de Enaitz Iriondo. Su asesino demandó a sus padres por los daños al coche con el que atropelló a 173,90 kilómetros por hora en una carretera donde la velocidad máxima permitida es de 90 kilómetros por hora. Consiguió que le hicieran la prueba de alcohol hora y media después, mientras se tomaba unos cubatas anulando la prueba pericial. Sin duda su experiencia en otro atropello le sirvió. Su historial está plagado de experiencias al volante pero eso no impidió que un juez no tuviera en cuenta la prueba del alcohol y que repartiera la culpa entre victima y victimario. Por su puesto el malnacido apela a que Enaitz no llevaba casco.
Otro caso que apunta a impunidad es el de Mario. Atropellado en la Puerta Toledo por una unidad policial. Alegan que cruzaba por un lugar indebido, que no llevaba casco (¿y?), que no llevaba chaleco, que llevaban la sirena y luces de emergencia encendidas por que iban a una urgencia... cualquiera puede darse una vuelta por Madrid y ver si las picasso de la policía van despacio con las luces apagadas. A día de hoy siguen patrullando a gran velocidad sin encender las luces de emergencia. En este caso tardaron menos tiempo en llegar los compañeros de la cercana comisaría de la Ronda de Toledo que los servicios de emergencia sanitaria. Desconocemos el resultado de la prueba de alcoholimetría y la velocidad a la que circulaban. Según testigos no hubo una correcta atención de la victima y evidentemente no llevaban encendidas las luces de emergencia. Con la Iglesia hemos topado. Indignación y vergüenza. Un accidente puede ocurrir pero darse a la fuga puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Las consecuencias penales del hecho no pueden ser menores que el resto de ciscunstancias que rodean el accidente. No puede "merecer la pena" convertir una accidente en un asesinato. No puede merecer la pena que nos dejen morir en una cuneta. Así de claro. Si la DGT quiere seguiremos hablando del casco pero de poco sirve en un atropello de carretera. Tampoco en ciudad si el coche va a casi 100 kmh. Pero la duda de si una asistencia médica a tiempo podría haber salvado a Oscar Bautista, Oscar Fernandez o Rebeca perseguirá a sus asesinos. Asesinos no tanto por el atropello como por la fuga.
Claro que siempre puede ser peor, una vez condenados pueden ser indultados. Es el caso del kamikace amigo de Gallardón. También en estos días conocíamos la noticia del Tribunal Supremo tomará la decisión de revocar el indulto a otro asesino de la carretera. Este puso su coche a una velocidad de 123 kilómetros por hora, superando con creces el límite de velocidad de la vía, de 40, y perdió el control tras cruzar una curva, chocando con el camión de la basura a la altura del kilómetro 3.800 matando a sus tres acompañantes de 15, 17 y 21 años. No es extraño que el asesino que mató a Josetxo Etxeberria y dejó malheridas a sus cuatro familiares tambien pida el indulto. Su condena tambien es de apenas 3 años, circulaba a 144 kmh en una via de 70 kmh y quintuplicó la tasa de alcohol.
Así nos va...y luego la culpa es de quien no llevaba casco: lo que hay oír.
ResponderEliminarSalud y pedal